Creyentes fructíferos
Cuando no hay un sometimiento total a Dios, es porque hay otras cosas en el corazón.
“Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Pues una rama no puede producir fruto si la cortan de la vid, y ustedes tampoco pueden ser fructíferos a menos que permanezcan en mí” Juan 15:4-5 Nueva Traducción Viviente (NTV)
En el pasaje de hoy vemos como Jesús les dice a los discípulos que si permanecen en el tendrán muchos frutos, pero si no simplemente la rama se secará. El versículo anterior es muy claro y fácil de entender, pero pareciera muy difícil de vivir. Es posible aceptar su salvación para vida eterna y aun así vivir dirigidos por la carne en vez de seguir al Espíritu, el cual siempre nos lleva a Cristo.
Algunas personas se salen fácilmente del camino, ya sea por la atracción del mundo, otros tratan de encontrar satisfacción en los placeres de la vida sin entender que la llenura del Espíritu Santo suplirá todo lo necesario.
La dependencia total y absoluta para vivir unidos a Cristo será siempre garantía de un creyente será fructífero.
La dependencia total y absoluta para vivir unidos a Cristo será siempre garantía de un creyente será fructífero. Cuando no hay un sometimiento total a Dios, es porque hay otras cosas en el corazón. Si usted descubre que es lo que le está robando el espacio que le pertenece a Jesus en su corazón (es necesario admitirlo) entonces debe de arrepentirse y pedirle al Señor que le ayude para dejar todas las distracciones que no le edifican y mucho menos que no le bendicen, incluso pueden ser cosas que parecieran que no son malas, pero le quitan el espacio, el tiempo y el amor al Cristo de la Gloria.
Recuerde que Dios lo llamó para vivir unido a Él, y para llevar mucho fruto. El Señor espera que nosotros seamos obedientes y que hagamos las cosas como él quiere que las hagamos.
Reflexiona Sobre Esto
- ¿Hay algo que le ha distraído del camino del Señor?
- ¿Es usted una persona de muchos frutos espirituales?
- ¿Todo lo que hace es unido a la Vid Verdadera (Cristo)?
Lectura Del Día
Juan 15:1-17 (Nueva Traducción Viviente)
