¿Perdonar o culpar?

La Palabra de Dios es clara cuando dice: “Sean comprensivos con las faltas de los demás y perdonen a todo el que los ofenda”.

“Dado que Dios los eligió para que sean su pueblo santo y amado por él, ustedes tienen que vestirse de tierna compasión, bondad, humildad, gentileza y paciencia.  Sean comprensivos con las faltas de los demás y perdonen a todo el que los ofenda. Recuerden que el Señor los perdonó a ustedes, así que ustedes deben perdonar a otros.  Sobre todo, vístanse de amor, lo cual nos une a todos en perfecta armonía” Colosenses 3:12-14 Nueva Traducción Viviente (NTV)

¿Qué es más fácil perdonar o señalar y culpar a otra persona?

Estamos viviendo en un mundo acelerado donde los habitantes de este planeta no se están deteniendo para analizar su conducta. Esto tampoco excluye a los cristianos. El resentimiento en las iglesias, de ovejas a pastores, y de pastores a otros pastores, entre ministros y ministerios que se vuelve toda una batalla campal. Pareciera una infección del infierno que se ha metido en las relaciones entre las personas que pasan por alto las enseñanzas de nuestro Padre Celestial al perdonarnos por su Gracia.

Las justificaciones que las personas dan, en algunos casos son tan incoherentes que simplemente siguen en su posición de culpar tengan o no la razón. Lo interesante es que la Biblia no dice que se debe de perdonar si se tiene la razón o no. La Palabra de Dios es clara cuando dice: “Sean comprensivos con las faltas de los demás y perdonen a todo el que los ofenda”.

El mismo Padre Nuestro menciona que así como Dios nos perdona, así debemos de perdonar. Y este perdón va con una condición de parte del Señor.

El asunto del perdón es algo muy serio, y muy grave para el que no perdona.

“Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas

Mateo 6: 14-15

El asunto del perdón es algo muy serio, y muy grave para el que no perdona. Los creyentes no pueden pasar por alto esta recomendación condicional que el mismo Señor Jesús dijo al enseñarnos como debíamos orar.

Las heridas emocionales, los conflictos en el trabajo o en la familia conducen a problemas, los cuales se pueden solucionar más pacíficamente aplicando el perdón, en vez de culpar a los demás.

Si las heridas del pasado le están afectando y no puede perdonar, recuerde que Cristo cargó con sus propias heridas para que nosotros recibiéramos el perdón. De esta manera si aún tiene heridas las cuales no le permiten perdonar, entréguelas al Señor, perdone y experimente la libertad del perdón en Cristo Jesús.

Reflexiona Sobre Esto

  • ¿Aún hay personas a las cuales debe de perdonar?
  • ¿Ha experimentado la libertad que el Espíritu Santo da cuando perdonamos?

Lectura Del Día

Mateo 6: 14-15




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