El ser humano cuando pasa de ser criatura hecha por Dios a ser HIJO DE DIOS por medio de Jesucristo, cambia su condición de pecado, a ser aceptado por Dios, con una nueva naturaleza santa. También debe de cambiar su manera de vivir y de pensar.
Los hijos de Dios son como soldados que están siendo capacitados para pelear las batallas de esta vida. La mentalidad debe de ser soldado del ejército de Dios y no victimas del enemigo de las almas y del mundo.
El buen soldado siempre espera estar cerca de su comandante para seguir instrucciones. El buen soldado cuando un compañero se queda sin municiones le comparte de las suyas. El buen soldado está dispuesto a sufrir.