Todos los seres humanos tenemos algún tipo de conocimiento de algo o de alguien. Cada uno puede aprender de diferentes maneras, pero cuando hablamos de las cosas del Reino de los Cielos, ya no es con la sabiduría humana, sino con la del Espíritu Santo.
Nuestro entendimiento tiene sentido espiritual. Con el entendimiento podemos escuchar a Dios, sentir su presencia o tambien podemos inclusive oler la fragancia de la unción.
Las oraciones del apóstol Pablo no se limitaban a dar gracias por ellos, sino también interceder por ellos, pidiendo y clamando para que Dios los llenara de los dones espirituales, así de esta manera tuvieran la bendición conocerle más cada día.