Ver las dificultades desde una perspectiva humana puede causar terror, inseguridad y puede detener los propósitos de Dios. Estas dificultades pueden ser una enfermedad, un despido laboral, una relación rota o una crisis económica. Por el contrario si vemos estas dificultades como Dios nos llama a verlas, con los ojos de la fe, todo el panorama cambia radicalmente.
Vivir de esta manera significa creer que Dios va a suplir todas nuestras necesidades por medio de Cristo. Las necesidades humanas no son solamente materiales, también hay necesidades de amor, aceptación y seguridad. De todas ellas El Señor puede dar de acuerdo a sus riquezas en Gloria.